Moderación es votar al PSOE, a Ciudadanos, es simplemente ir a votar en un gran número, seguir votando a un Podemos que debe recuperar los terrenos perdidos por los errores de adolescente, e incluso moderación es votar a ERC en vez de a esa cosa que cambia cada semana y que lidera o quiere liderar Puigdemont.
Hay que apartar las violencias de los debates, de la calle, de las redes, de los corrillos, y recuperar las ideas, el trabajo, la economía mejor repartida, el futuro, el trabajo en equipo, la inteligencia social, la exigencia de lo imprescindible, el control de los tempos y de los tiempos.
Debemos olvidarnos de los engaños y mentiras constantes a costa de saber detectarlos. Huir de los que nos quieren engañar prometiendo lo imposible, pues a partir de eso nos pueden querer engañar en todo lo demás. No escuchéis a los milagreros, a los de las ideas fáciles, a los que no prometan trabajo y dificultades.
No escuchéis a los que no sean como nosotros, trabajadores de la vida de cada día. Quien no sabe lo que cuesta ganar lo suficiente para comprar una caja de leche, no merece ser escuchado, pues sus soluciones serán solo para él.