14.5.19

Hace 49 años que empecé a fichar en el trabajo de una PYME

Enorme revuelo provocado por las empresas está provocando el control de las entradas y salidas de los trabajo con medidas básicas que deberían ser solo el principio de un fin. El de evitar los abusos de algunas empresas que obligan a los trabajadores a realizar horas extra sin pagar o pagando, mientras tenemos millones de ciudadanos sin trabajo y sin poder cotizar.

En el año 1970, hace 49 años, yo empecé a fichar con reloj en una empresa de 23 trabajadores. Nunca generó problemas y en cambio sí ventajas. Que ahora con las actuales herramientas se diga que es improductivo o un caos, da como poco risa.

En cualquier proceso de Control de Calidad de cualquier empresa, se utilizan herramientas para saber los horarios reales de trabajo, los procesos de producción y los costes reales de todo el conjunto. Por lógica nos parecería totalmente necesario poder saber, analizar y conservar los horarios de producción de cada puesto de trabajo, con datos reales. Estamos hablando de optimizar la producción y los costes.

Claro, que lo que aquí fastidia es la posibilidad de que Inspección de Trabajo pueda hacer bien su labor. Y para ello nada como tener en la puerta de la zona donde está el reloj o en unos libros de trabajo, los horarios de cada empleado para poder comprobar por parte de inspección si efectivamente esa persona está trabajando con arreglo a su horario pactado y publicado.

Poner reloj para marcar o el sistema que se decida, es el primer paso de la normalización del proceso. Pero no se tiene que dar aquí el sistema de control. Si queremos parecernos a Europa en productividad hay que modificar muchos procesos. Y uno de ellos, el más básico, es saber cuantas horas se trabaja, cuando se paga y tener todas las contabilidades laborales en nómina.