Desde la izquierda es muy complicado decir que centrarnos en trabajar por el feminismo y contra el cambio climático es peligroso, por la exclusividad al no tener más músculo para diversificar temas, y por la capacidad de manipulación de ambos grandes asuntos que desde la derecha reaccionaria tiene para manipularnos. Los conservadores están encantados con que desde la izquierda hayamos abandonado la Lucha de Clases, para centrarnos en temas diferentes que no les afectan a ellos directamente.
Sin duda los derechos de la mujer occidental deben igualarse a los de los hombres. No cabe ninguna duda. Aunque no estaría de más hablar de todas las mujeres del Planeta y no centrarnos en los derechos de las personas occidentales en exclusividad. Nunca los derechos deben ser diferentes según el lugar en donde estés sentada.
Estamos logrando otra vez como en todo proceso de cambio en la historia de la humanidad, que haya diversos grados de personas, y que según luchamos por uno de ellos nos olvidamos del otro. Contrastamos y separamos los derechos de unos contra los de los otros. Ricos y pobres. Personas con derechos contra personas sin derechos. Trabajadores contra desempleados. Mujeres contra hombres.
La mejor manera de luchar contra la desigualdad entre personas, sean del sexo que sean, es la lucha para evitar la desigualdad de clase social. Pero a la vez que contemplamos cómo los ricos son cada vez menos en cantidad y más ricos en ingresos, vemos como los pobres son más pobres mientras la clase media, a la que nos hicieron creer ya pertenecíamos la mayoría, ha ido desapareciendo, tanto de ingresos y ahorros como sobre todo de derechos y dignidades.
La derecha está encantada con nuestras peleas que además saben utilizar contra nosotros mismos, pues en caso de equivocarse nunca les van a afectar a ellos. Incluso les vienen muy bien para pescar en río revuelto y para seguir alimentando sus propias luchas de clase. ¿Es que acaso creemos que los ricos no tienen su particular Lucha de Clases?