En El Quijote la pobre Dulcinea sale poco y mal, y los protagonistas son dos mardanos que solo buscan hacer barbaridades locas de conquistadores machos alfa. Una barbaridad. Incluso el caballo que acompañaba a los dos maromos era también macho, un Rocinante enjuto que no quiso conocer hembra. Una mierda de novela machista.
Lo de Cenicienta y las películas de Disney es otra más para ponerse a temblar. Hay que acabar con todo el arte anterior a…, anterior.
Y empezar de nuevo con las nuevas normas de convivencias. Es lo que toca. Es la moda. Lo que no queda claro a dónde nos lleva esto, y cual será la reacción ante la acción. Pero eso…, igual da igual.