El genial Quino nos deja aquí una mirada tierna, asquerosamente del esclavismo 4.0 modernizado y elegante. Seguimos sentándonos en la basura que nos deja el poderoso para nuestros culos, nos invita a sus vidas pero nos ofrece las mierdas para dejar muy claro quién manda y quién obedece. Y para que no haya duda nos pone la cara de mala hostia que pone el ogro a sus víctimas. Todo normal pues lo hemos vivido muchas veces.
¿Nos sentamos o nos mantenemos de pie?