Venezuela como país es insoportable.
Trump presiona a medio mundo desde un lugar que lleva a la violencia, mientras Nicolás Maduro se defiende desde posiciones muy diferentes pero que llevan a la misma conclusión.
La solución no debería haber pasado por Juan Guaidó, pero los acontecimientos le están otorgando un papel casi imprescindible y que sin duda los asesores de Maduro saben e intentarán eliminar.
La solución no debería haber pasado por Juan Guaidó, pero los acontecimientos le están otorgando un papel casi imprescindible y que sin duda los asesores de Maduro saben e intentarán eliminar.
Eliminan la libertad de prensa a costa de censura tecnológica o manipulan a las sociedades más pobres con repartos de víveres a través de cartillas de racionamiento.
El populismo tiene innumerables grados de intensidad.
El populismo tiene innumerables grados de intensidad.
Manipular a las capas mas necesitadas es mucho más sencillo que intentarlo con las más formadas o la más ricas. Tan sencillo como crear antes un caldo de cultivo de necesidad y después acudir en su ayuda.
Volvemos al rol o al marco mental del “Padre Protector” de cierta parte de pseudo izquierda más radical y populista, que acuden en apoyo del débil, pero desde posiciones de provocación social de esas debilidades.
Un país con la cantidad de petróleo que tiene Venezuela, nunca debería ser un país de pobres si gobierna la izquierda de verdad. Otra cosa es que nos creamos que la forma de gobernar Venezuela es de izquierdas.
Un país con la cantidad de petróleo que tiene Venezuela, nunca debería ser un país de pobres si gobierna la izquierda de verdad. Otra cosa es que nos creamos que la forma de gobernar Venezuela es de izquierdas.
Venezuela no está gobernada por la izquierda.