No se trata de disgregar, de separar, de trocear, se trata de ser inteligentes a la hora de edificar con cimientos potentes y adaptados a los tiempos.
Tenemos una España vacía que se nos escapa de las manos, que nos serviría muy bien para evitar que toda España gire sobre Madrid y se maree en el intento. Y no queremos entender que Madrid ya no sirve como centralidad única, pues nadie quiere ser un poquito Felipe II y porque tocar Madrid es tocar “el mundo”.
Como puede entenderse enseguida no planteo como solución cambiar a Madrid de Ciudad Capital, sino la de diversificar entre unas pocas ciudades del interior una serie de servicios que hoy ya no son imprescindibles que estén en Madrid. Las distancias en tiempo son muy inferiores y las gestiones de todo tipo son en estos nuevos tiempos algo que viaja en el aire.
Veamos alternativas a la descentralización de España. Tenemos como ciudades del interior que necesitan un claro empuje ejemplos como León o Valladolid en el Oeste. A Zaragoza en el Este. Córdoba en el Sur. Tres ciudades formando un triángulo alternativo para recibir servicios hoy de capitalidad y que servirían para un doble juego social. Dar nueva vida a zonas del interior y diversificar esa centrífuga visión de que todo tiene que pasar por Madrid, por el centro.
Tenemos el Senado, el Banco de España, el Tribunal de Cuentas, el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo, incluso el Congreso de los Diputados, el Consejo General del Poder Judicial, el Consejo Económico y Social, también porqué no la Jefatura del Estado, algunos Ministerios, decenas de instituciones públicas unidas a muy diversas actividades de todo tipo.
Tenemos una España vacía que se nos escapa de las manos, que nos serviría muy bien para evitar que toda España gire sobre Madrid y se maree en el intento. Y no queremos entender que Madrid ya no sirve como centralidad única, pues nadie quiere ser un poquito Felipe II y porque tocar Madrid es tocar “el mundo”.
Como puede entenderse enseguida no planteo como solución cambiar a Madrid de Ciudad Capital, sino la de diversificar entre unas pocas ciudades del interior una serie de servicios que hoy ya no son imprescindibles que estén en Madrid. Las distancias en tiempo son muy inferiores y las gestiones de todo tipo son en estos nuevos tiempos algo que viaja en el aire.
Veamos alternativas a la descentralización de España. Tenemos como ciudades del interior que necesitan un claro empuje ejemplos como León o Valladolid en el Oeste. A Zaragoza en el Este. Córdoba en el Sur. Tres ciudades formando un triángulo alternativo para recibir servicios hoy de capitalidad y que servirían para un doble juego social. Dar nueva vida a zonas del interior y diversificar esa centrífuga visión de que todo tiene que pasar por Madrid, por el centro.
Tenemos el Senado, el Banco de España, el Tribunal de Cuentas, el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo, incluso el Congreso de los Diputados, el Consejo General del Poder Judicial, el Consejo Económico y Social, también porqué no la Jefatura del Estado, algunos Ministerios, decenas de instituciones públicas unidas a muy diversas actividades de todo tipo.
¿Es que en Zaragoza, León o Cordoba no podrían asentarse algunas de estas instituciones, para lograr que España esté menos supeditada a la idea de Madrid?
Nota.: Esta entrada vio la luz en febrero del año 2019, y en noviembre del año 2020 el Presidente de Aragón ha hecho unas declaraciones públicas sobre lo idóneo que sería para la España del futuro de que Madrid no fuera la Capital (única) de España y que debería salir hacia la España más vaciada y de interior algunos organismos de esa Capitalidad Compartida, lo que simplificaría problemas y ayudaría a resolver problemas.