Todos tenemos la necesidad de tener una salida preparada por si nos vienen mal los pensamientos. Un entretenimiento o una salida de verdad, de las de escapar por unos instantes o por toda la vida que nos resta.
Aunque bien mirado, no deberíamos escapar sino afrontar. No deberíamos huir sino defendernos. pero esa es otra derivada. Lo fácil muchas veces es escapar.
El genial Quino hace de las suyas planteando realidad que son dudas, o dudas que son realidades.