Los muros te frenan, pero además te muestran la parte más oscura de tus posibilidades. Los muros no están hechos mas que para detenernos antes ellos. No quieren que veas lo que hay detrás de ellos, pero mucho menos que entres a formar parte de esa zona.
Ante un muro caben dos posibilidades. Subirlo o girar 180 grados y seguir caminando… hacia atrás.