Yo no pude conocer a mis abuelos varones, a ninguno de los dos, y con las dos abuelas tuve una relación pequeña y lejana. En las vidas no se pueden elegir los elementos. Pero es cierto que el papel de los abuelos y abuelas es insustituible para los niños más pequeños. Son esa guinda de vida que se necesita y lo vi con mis hijos.
Los abuelos son la parte más débil de las familias, pero nunca se nota.