"Hay una guerra global en marcha contra los trabajadores, contra el medio ambiente, contra la democracia, contra la decencia. Una red de facciones derechistas se está extendiendo a través de las fronteras para erosionar los derechos humanos, silenciar la discrepancia y promover la intolerancia. Desde 1930 la humanidad no se enfrentaba a una amenaza así”
Trump, Bolsonaro, Salvini o los intentos en el sur de Europa de recrear tiempos viejos y caducos, desde ideologías neoliberales muy duras, obliga a intelectuales de izquierdas a tener que preguntarse si no es ya el momento de ponerse a trabajar más unidos, por conectar a la sociedad que más sufre los problemas económicos y sociales, con soluciones válidas y no con nubes que amenazan tormentas y que beben de los errores de una izquierda que se ha comportado de forma poco inteligente, dejando crecer los búnkeres de la mentira social, a costa del mucho dinero que logran estos poderes fácticos a costa de los trabajadores que primero sufren, luego les dan los beneficios para poder manipular las políticas para finalizar votándoles.
Se habló de la necesidad urgente de un “New Deal” o Nuevo Acuerdo si se quiere salvar a la democracia que tenemos de las garras de unos nuevos capitalismos de laboratorio, muy conservadores y muy bien formados en sociología.
Crear una Internacional Progresista frente a una Internacional Nacionalista que propicia el Brexit y su contagio, o el cierre de fronteras y las políticas proteccionistas frente a las globalizaciones negativas.