La burbuja inmobiliaria en España estalló entre las manos de los bancos, las constructoras e inmobiliarias y los compradores con menos recursos, hace ahora diez años. A partir de finales del año 2008 todo empezó a caer hasta un pozo casi sin fondo donde quedaron atrapados los más débiles. Pero ahora vuelven los errores inmobiliarios al aliento de una falsa recuperación, por mucho a que tampoco es posible volver hasta aquellos desmanes.
En el 2008 las familias se endeudaban para comprar pisos de playa ya viejos, mal cuidados incluso, no en primer línea, o nuevos en zonas costeras alejadas incluso de cualquier sistema de transporte público o de tiendas. Hoy esto parece mentira, pero hay centenares de urbanizaciones sin terminar repartidas por toda la costa peninsular o insular, esperando una película del futuro vacío.
Los bancos han aprendido a dar crédito solo a los seleccionados, solo para operaciones suyas, y con un control exquisito de los avales. Y aunque han vuelto a subir los precios de la vivienda en estos dos últimos años, todavía estamos muy lejos de aquellos máximos de 2008. Y además esos movimientos se han dado de forma mucho más exclusiva, por zonas, por servicios, por territorios, y no al tuntún como antes.
¿Subirá la vivienda en el 2019? Pues si, es posible pues quien tenga dinero lo mueva. Pero será vivienda para alquilar ya que los precios en alquiler sí han subido y mucho Y será en zonas elegidas, céntricas, con servicios, fáciles de convertirse en negocio posterior. Ya no todas las viviendas son negocio, ni todas van a subir todos los años. Depende de muchos factores, mas cuando la población española se ha estancado. ¿Aprenderemos a no caer en las trampas?