Yo creo que blasfemar es hablar mal de Dios y de los Santos, que si le decimos a una persona que es un cabrón, eso ya no cabe dentro de las blasfemias. Eso así, de pronto y sin mucho pensar. Una cosa es maldecir e insultar y otra blasfemar. Por eso las penas y sinsabores son distintas. Y en estos tiempos raros más todavía.
Pero en realidad las palabras se las lleva el viento. Decirle a una persona algo duro no supone un daño irreparable a nada. Por eso que nos hayamos puesto finos con el tema de las blasfemias me parece de idiotas de moco. Y más si ampliamos las blasfemias a más laterales. Blasfemias a las banderas, al honor, a los símbolos, a los recuerdos, a los muertos. Uff!!!