Susana quiso preguntar a los andaluces…, y estos le respondieron. Mal negocio para una España, para una Europa que está viendo como se le apoderan otra vez las ideas manipuladoras y peligrosas. Y no será porque no se haya avisado de su llegada con tiempo para evitarlo de forma lógica y con sentido común. Que un grupo político que basa su campaña en Andalucía en un paseo a caballo de sus líderes logre 400.000 votos es como poco para hacérselo mirar.
Pero los grandes derrotados en Andalucía han sido la izquierda. El PSOE ha perdido 400.000 votos, Podemos con IU ha perdido casi otros 300.000 votos. Estos números son horrorosos en un momento de crisis económica, de un desempleo que ataca brutalmente las estadísticas de Andalucía, de unos problemas sociales sin resolver. Que se hubiera agotado el modelo clientelar del PSOE podría suceder pues todo se agosta. Pero que se pierda la oportunidad de que una nueva izquierda recoja esos votos es de hacérselo mirar con mucha calma y algunas dimisiones.
Que tras perder 300.000 votos el PP se sienta ganador y salga eufórico, demuestra que la política actual no está entendiendo nada y que los únicos son sentido común mal dirigido son los votantes. La desafección es muy grave y quien piense que esto es pecata minuta se equivoca. Cuidado con los caminos que tenemos que empezar a recorrer a partir de ahora. Unas próximas elecciones podrían ser posible incluso otra vez en Andalucía.