De lo que estoy seguro es de que si se producen esas 365 modificaciones la inmensa mayoría de ellas no son perceptibles en el momento de producirse, su importancia la observamos con el tiempo, poco a poco, calando entre nosotros sin casi darnos cuenta.
¿Cuando nació el teléfono móvil, internet, la rueda, la pizza congelada? No pregunto cuando nació cada invento, sino cuando penetró en cada uno de nosotros. Mucho antes de que se adquiriera por primera vez…, pero mucho después de que se creara, de que naciera.
¿Cuando nació el teléfono móvil, internet, la rueda, la pizza congelada? No pregunto cuando nació cada invento, sino cuando penetró en cada uno de nosotros. Mucho antes de que se adquiriera por primera vez…, pero mucho después de que se creara, de que naciera.
Casi todo es relativo, pero mucho más relativo dentro de cada uno de nosotros.
A punto de acabar un Año Viejo, nadie sabe qué nos deparará el Nuevo. Incluso a la mayoría eso ni nos importa, pues creemos saber adaptarnos a todos los cambios.
A punto de acabar un Año Viejo, nadie sabe qué nos deparará el Nuevo. Incluso a la mayoría eso ni nos importa, pues creemos saber adaptarnos a todos los cambios.
Es mentira, pero nos conformamos con creérnoslo. En realidad es que no somos capaces de modular lo importante que nos vaya a suceder. En la mayoría de los casos viene sin preguntar.