Que la gente de izquierda somos unos artistas para dispararnos al pie no lo duda nadie. Ya incluso no lo dudamos ni nosotros mismos. No he visto empresa más incapaz en todos los años de empresario enano pero atento, de toda mi compleja vida. Ahora en Madrid y cuando todo parecía ir bien para revalidar el examen de mayo, nos dedicamos a embarrarnos nosotros mismos. Somos unos artistas.
Pero mucho más bonito para liarnos en el barro es el acuerdo entre el PSOE y el PP para renovar el Consejo del Poder Judicial. En pocos días hemos pasado de observar un “ya ni te ajunto ni te ajuntaré más en la vida” a un "…bueeeno, venga vale…, para ti el Presidente y para mi unos Consejeros de más…”. Intercambio de cromos al que han asistido con ganas de pesar barbos, todos los demás en liza.
Es verdad que ya no existen ni las derechas ni las izquierdas, ahora ya solo existen los listos y los tontos. Y ahora que cada uno de nosotros se coloque donde le venga en gana. Es decir donde más cómodo se encuentre.