La Transición no ha terminado, mientras no seamos capaces de terminar con este tipo de actuaciones. Nadie sería capaz de soportar en Alemania o Italia un acto de esta naturaleza que quisiera alabar las virtudes de un partido político que llevó la muerte y las dictaduras.
En las redes sociales se llamó el día anterior a la presencia en El Pilar de sus fieles falangistas y se sigue hoy alabando la acción, premeditada y no casual o por error. España debe mejorar el cuidado de su democracia todavía débil, 43 años después de lograrla.
En el año 2015 lograron sacar a la Virgen del Pilar con un manto de la División Azul, el ejército de voluntarios españoles que se incorporaron al ejército nazi alemán. ¿Hasta cuando este descontrol?