Este mismo sábado dos jóvenes mayores de edad (pues tenían 18 y 19 años) maltrataron a sus madres en los barrios de Delicias y ACTUR de Zaragoza y fueron detenidos. Dos casos tristes de violencia doméstica de hijos contra sus progenitores, por falta de una educación adecuada. Podemos dedicarnos a segmentar las sociedades en numerosos datos, pero uno que siempre está encima de las reflexiones ante la violencia sin causa, se tiene que preguntar cuales son las causas reales y absurdas de este crecimiento de la violencia desde jóvenes que no han logrado una educación suficiente, que despliegan hacia sus progenitores, sus parejas, sus amigos, sus jóvenes contrincantes de calle, cuando no contra el mobiliario urbano o contra la propiedad privada.
La educación no es solo un trabajo de la escuela, es también una labor compartida entre las familias, la propia sociedad y los entornos de todo tipo, incluidas las leyes, las costumbres y las reprimendas sociales. Detectar el aumento de los problemas sirve para prestarle más atención, pero lo importante es poner remedio, y las soluciones cambian como se modifican las sociedades con sus entornos de crecimiento, y en este caso los problemas educacionales y de futuro de los jóvenes españoles. No se puede tener a los jóvenes mirando las avutardas y sin futuro laboral.