También los grandes medios de comunicación se equivocan y las hemerotecas están para recordarnos los errores. Juan Carlos I intentó con su visita al País Vasco en febrero de 1981, demostrar a todo, los unos y los otros, que él era quien gobernaba, pero que como Papá Estado, era benevolente, y podía ir de visita sin contenidos suficientes a casa de cualquier hijo.
La triste realidad es que el terrorismo de ETA y sus violencias absurdas siguió creciendo en años posteriores y aquel intentó no funcionó pues no llevaba contenido que no fuera testimonial y simbólico. La PAZ ha llegado cuando otros varios factores no siempre bien explicados, se unieron en el complejo mundo de un País Vasco cansado, pero que sigue sabiendo hasta dónde y hacia dónde quiere llegar.