En Andalucía este domingo vamos a ver una pequeña imagen del futuro de España, salvando las muchas distancias. Pero sí hay una distancia entre los resultados entre Andalucía y toda España, pues cuando un partido sube o baja en Andalucía, tiende a comportarse de igual manera en las elecciones Generales.
Tenemos pues a un PSOE y a un PP dubitativos que bajarán, mientras que subirán los nuevos ofrecimientos, ese triunvirato que puede quedarse o no en un recambio exportable a toda España. Un C’s y un Podemos (Adelante Andalucía) más un VOX del que nadie se atreve a decir nada con seguridad.
Es habitual que a los partidos más pequeños no se les pueda detectar en los sondeos sus resultados finales. Se juega con sus datos en búsqueda de certezas, pero es muy poco lo que se puede asegurar por variables complejas de asegurar. Entre ellas el voto oculto y el miedo a última hora. El votante quiere caballo ganador, o al menos desea estar contento con los resultados finales y eso hace que las opciones pequeñas lo tengan duro entre los votantes indecisos.
Pero las dudas no van a ser tanto en los resultados, sino en las capacidades de los grupos y sus líderes para pactar futuro. Esa es la complejidad. ¿Serán capaces de cambiar su clásico odio visceral y poner cara de diálogo y de negociación? Yo creo que sí, pero hay que leer antes los números, pues esos complican el precio de los acuerdos.