Nunca en siglo y medio ha sido tan necesaria la izquierda en el mundo como en estos años, y nunca tampoco hemos dado muestras de incapacidad de ideas como en este periodo. El capitalismo sí se ha transformado hacia su autodestrucción hasta convertirse en el newcapitalismo de laboratorio pero la izquierda o se ha escondido o no se ha transformado o se ha debilitado enormemente.
El nuevo capitalismo ha logrado sumar nuevos adeptos entre las clases sociales más obreras, algo que sin duda es un trabajo de aplaudir hacia su trabajo, pues demuestra su inteligencia social para vender helados en el Ártico. Pero los compran y los chupan, pues los vendedores de sopa calientes no están con nuevos sabores.
Ni la derecha de hoy es igual a la de 1980 ni la izquierda real debería seguir anclada en los marcos viejos de la Guerra Fría o de la división de clases de hace un siglo. Las Terceras Vías nacieron equivocadas y empujadas por la necesidad de cambiar, pero excepto en Reino Unido, no se ve luz nueva, pero muy necesaria. ¿Hasta cuando estará la sociedad huérfana de ideas sociales válidas?