Creemos de forma equivocada que rebajar la jornada semanal de las 40 hora es insostenible y un gran error. Insostenible porque las empresas no pueden pagar lo mismo por trabajar 30 horas a la semana que por "estar" 40 horas a medio gas. Pero es un gran error de productividad. Hoy “se está” 40 horas a la semana, pero en miles de puestos de trabajo se labora mucho menos de 40 horas a la semana. Y “estar” suponen gastos de energía, de tiempo, de estructura de empresa. No somos capaces de saber organizar la producción de forma que cada hora sea válida. Y que las que sobren sirvan para “estar” menos tiempo en la empresa.
En miles de trabajos, si sumaramos de verdad y con responsabilidad las horas semanales de tiempo productivos y se permitiera que se fueran de la empresa una vez cumplidas esas horas válidas actuales, veríamos como algunos trabajadores con 15 horas a la semana ya habrían cumplido su trabajo.
Fallan los sistemas profesionales de dirección de recursos humanos que ahora los queremos llamar con nombres americanizados. Y falla el concepto de que “estar” 40 horas es mucho mejor que estar menos horas, pero que todas estas sean productivas. Efectivamente, estamos tontos. Sobre todo porque el trabajo escasea por las nuevas tecnologías productivas, y hay que repartirlo de otra forma.