El CIS de ayer tuvo que pasar por la cocina varias veces hasta encontrarle el gusto y el sabor que se quería. No resultó fácil. Como el voto directo daba a C’s unos 4 puntos más que al PP, y como el voto directo más simpatía insistía en darle a C’s otros 4,3 puntos por encima que al PP, se optó por buscar donde los votantes anteriores del PP estaban mintiendo y se encontró el dato de que muchos de ellos no quieren recordar que en su momento votaron al PP. ¿Les daba asco recordar lo que hicieron?
Con esos ingredientes al final el PP logró auparse a la primera estimación del CIS de abril 2018 con un 1,6% por encima de Ciudadanos. Todos contentos. El PSOE y no sin razón, dice que hay un triple empate. Pero claro, pobre pena es que en ese triple empate haya dos partidos de derechas y uno de izquierdas.
Damos la sensación de que España va muy bien para los trabajadores, o que los trabajadores ya no son de izquierdas, que cualquiera de las dos cosas pueden pasar, siendo ambas falsas aunque no lo sepan los protagonistas.
Los sondeos no sirven de nada. Votar, en muchas ocasiones tampoco. Pero al menos nos vamos creyendo que esta pérdida de democracia no es tal, y que estamos mejor que nunca. Los datos del CIS que no son de voto…, son terribles para España. La sensación que damos es triste y peligrosa. Pero casi nadie lee el CIS y los problemas que nos apuntan sus barómetros. Mucho mejor así.