Estamos asentados en un pesimismo social que tenemos que abandonar con urgencia. Así no vamos a movernos hacia ningún lugar. Es verdad que hemos tenido tiempos que parecían mejores, más seguros, más fáciles, y que nos hemos ido asentando en una cierta indignidad laboral, inseguridad económica, incluso en un pequeño temor hacia los problemas que España está sufriendo desde que no fuimos capaces de formar un gobierno seguro a partir de finales del año 2015.
Los problemas desde aquel inicio de 2016 han ido en aumento, Todos. Pero es verdad también que todos no hemos hecho lo que deberíamos… para resolverlos.
Cada hormiguita tiene la obligación de llevar un cachito de hoja al hormiguero.
Estamos acabando la segunda década del siglo XXI. Y ahora toca empezar a ser positivos, tal vez para ver si así somos capaces de salir del pozo. No hay muchos motivos, pero debemos agarrarnos al más pequeño que veamos. Eso…, o el caos.