Pablo Iglesias se ha cargado medio Podemos, que aunque lo parezca no lo pertenecía y era de alguna manera la esperanza de la izquierda española cuando los tiempos parecen naranjas y azules. Ya no hay posibilidad de alcanzar el gobierno, al menos con el actual equipo. Perdimos.
Para gobernar tan importante o más es tomar las decisiones correctas como adivinar sus consecuencias para pulirlas y organizarlas en el mejor orden, tiempo y dosificación. Quien no es capaz de adivina qué consecuencias tienen las decisiones que toma, no está preparado para gobernar proyectos importantes.
Lo de menos es el precio del capricho, su endeudamiento bancario, su caída en la trampa del capitalismo que atrapa por los bebos, su escapada de la base para irse a las alturas. No es tan importante escapar de los de abajo e irse con los de arriba.