No parece fácil entender y admitir que un Presidente de Cataluña prometa su cargo sin banderas de España y/o Europa, sin referencias a la Constitución o al Rey, sin presencia del Gobierno, ni de los medios de comunicación que no fueran catalanes, ni con representantes de su Parlamento o de los anteriores Presidentes de Cataluña. Nos queda saber si eso es legal, y para eso habría que preguntárselo a los jueces, ahora que todo lo llevamos a los juzgados, como si la política ya no existiera.
Mariano Rajoy pasará a la historia. pero posiblemente por nada positivo. Y lo sabe. En todo final de Ciclo se producen errores de gran calibre que luego nos cuesta mucho tener que pagar. O incluso entender. No se esperaban otras actitudes de un Torra que se ha caracterizado por la falta de sentido político. Así no se conseguirá lo que pretende la mitad de los catalanes, lo cual tal vez, es la única buena noticia de estos bárbaros absurdos.