Nadie se acuerda de los desempleados de larga duración mayores de 50 años. Parece una edad muy joven, pero en esta crisis se les ha destrozado su vida posterior, sin darles muchas soluciones. Son los olvidados de los sindicatos, los parados mayores de 50 años de las pequeñas y medianas empresas. Los sin nadie que los defienda. Llegaron al paro con 50 ó 55 años y ya saben que no podrán reengancharse al trabajo pues casi ninguna empresa los quiere contratar para su oficio. A lo sumo para cubrir bajas, hacer chapuzas, recibir ayudas temporales.
Si tienes la desgracia de caer en el paro con 50 años prepara el pañuelo de sudar y llorar. Casi nadie te va a dar trabajo porque muy posiblemente no tienes la formación que se requieren hoy para tu puesto de trabajo, nadie quiere en sus plantillas a gente mayor, solemos tener algún tipo de pequeña enfermedad o estamos a punto de tenerla y tienen miedo a las bajas laborales, y por eso no te darán más que buenas palabras.
Pero además cobrarás el paro y luego un subsidio, pero todo ese dinero escaso e intermitente es el que te contará como cotización para la jubilación, no existen días vacíos en tus 15 años de cotización que tomar para calcular la pensión, y serán esos malos años los que te cuenten a la hora de jubilarte, aunque hayas empezado a trabajar a los 14 años y lleves 37 años cotizados.
Si otra persona cotiza solo 15 años pero los últimos de su vida laboral, cobrará mucho más que tú de jubilación. Con tus cotizaciones has estado pagando las jubilaciones de todas una generación, pero ahora las empresas no te quieren para trabajar y la Seguridad Social está muy contenta con que vayas al paro porque así se ahorrará un buen montón de euros en tu jubilación posterior. ¿Los sindicatos? bien, gracias.