Parece algo muy claro, las formas han cambiado, nosotros hemos cambiado, y nuestra fortaleza de clase se ha visto mermada pues vamos perdiendo la batalla por dignificar nuestras realidades sociales y económicas.
Por eso hay que insistir, recordarlo. Vamos perdiendo.
Y vamos a transmitir como herencia esta pérdida de dignidad laboral y de clase. No queremos ni aspiramos a ser capitalistas millonarios, simplemente deseamos tener la dignidad y la justicia que como personas nos merecemos.
Pero han sabido engañarnos para meternos en peleas diferentes, donde ya no vamos contra los que más tienen, sino contra los pobres como nosotros pero que piensan de forma diferente.