Si tu respiras y entra en tu sistema respiratorio la cantidad de 0,0008 gramos de Novichok (si pesas 80 kilos), te morirás en breves minutos. Y tú te dirás… ¿y a mi qué? Bien, sigamos hablando pues. Con 560 kilos de esta sustancia se podría matar a toda la población de Zaragoza si se rociara toda la ciudad desde el cielo. Con menos de 50 kilos se puede destrozar todo el barrio del ACTUR. ¿Esto ya preocupa más, verdad?
¿Y qué es el Novichok? Pues es el agente tóxico que mató hace unos días al exespía ruso Serguéi Skripal y su hija, posiblemente pulverizando con un spray cerca de donde ellos estaban. Un producto químico que se inventó para emplearlo como arma de destrucción masiva. Como si fuera una bomba atómica sucia que solo matara a personas. Un producto muy conocido en los ambientes militares, algunos para atacar y otros para defenderse.
Estamos tontos como sociedad organizada. Somos capaces de crear un producto químico tan mortal, y somos además capaces de hacer pública la fórmula para que lo conozcan todos los países y así poderse defender. No es fácil fabricarlo, nada fácil. Pero lo curioso es que nadie se responsabiliza como país de ser quien lo inventó a finales de los años 80. Es como si nunca hubiera existido, pero algunos locos, presuntamente, lo siguen fabricando. Jodo.