Los ricos no odian a los pobres. Nunca los han odiado. Nos necesitan para seguir ellos siendo ricos. Los pobres somos tan necesarios para los ricos como una lavadora o las tostadora del pan de la mañana. ¿Quien odia a su lavadora si funciona bien?
Incluso los ricos a veces creen que los pobres odiamos a los ricos y también es mentira. Si observamos a quien elegimos para gobernarnos…, se puede intuir sin duda que muchos pobres prefieren a los ricos que hacen el papel de Papá Estado y Estricto de forma que consideran perfecta.
Los ricos y los pobres no nos odiamos, aunque nos separe tanto. Nadie fuera de esta Tierra lo entendería bien.