Los marcos mentales los empleamos en RRHH o en política, incluso en la educación familiar o institucional de nuestros hijos con diferente capacidad de éxito. Siempre se juega con los valores que cada grupo representa o quiere representar, diseñando sus partes más amables, para que queden estas, aunque dentro lleven otras más escondidas, pero que no se dicen.
Todos queremos por poner un ejemplo, seguridad y tranquilidad. Y si estos dos valores nos los transmiten bien adobados los aceptamos sin problemas ni dudas. Pero se pueden configurar dentro de marcos que nos sisan otros valores que también deseamos, pero que permanecen en silencio dentro del marco. O bien puede ser que admitir unos valores se entre en confrontación con otros valores también importantes.
Tranquilidad. Seguridad. ¿A qué precio, a cambio de qué elementos sociales que se pierden? ¿Cuanta obediencia nos piden para que exista esa tranquilidad? ¿Debemos olvidarnos de la igualdad, incluso de la de oportunidades? ¿Dónde queda la libertad individual? ¿Se nos educa y explica el valor de la libertad para ser feliz, o es más importante ser válido que ser feliz? ¿Válido para quien?
Veamos más abajo algunos marcos mentales simples y básicos de la ideología conservadora y veremos que muchos de ellos son fácilmente aceptables por toda la sociedad. Y de ello el éxito conservador, si se saben enmarcar bien sus ideas, desechando en esa manipulación a través de marcos mentales otros valores (perdidos u olvidados sabiéndolo) y que no se nombran y se obvian. No se trata de trasmitir estas acciones a la sociedad con los títulos que voy a poner, sino de saber diseñarlos con otros nombres, con otras acciones, con otras florituras. En realidad los marcos mentales son trampantojos sociales para ser digeridos con suavidad. Veamos algunos marcos simples.
Las privatizaciones son buenas, las nacionalizaciones malas
El poder sindical no puede ser excesivo, pues la empresa se hunde
Es peor la inflación que el desempleo
Es bueno el desempleo para regenerar el mercado laboral
El despido debe ser barato y fácil para crecer en productividad en el país
El despido fácil se compensa con las ayudas sociales
No es bueno regular en exceso la producción y el comercio
No es bueno un exceso de gasto social para todos por igual pues crea perezosos
Hay que gastar más en defensa y seguridad para que se nos respete
Los inversores solo vienen si les dejamos pagar menos impuestos
La izquierda solo sabe gastar el dinero de todos y sin control
Los conservadores somos los padres protectores y por eso a veces se nos odia
Hay que pagar menos impuestos, pues debe reducirse el tamaño del Estado
Veamos más abajo algunos marcos mentales simples y básicos de la ideología conservadora y veremos que muchos de ellos son fácilmente aceptables por toda la sociedad. Y de ello el éxito conservador, si se saben enmarcar bien sus ideas, desechando en esa manipulación a través de marcos mentales otros valores (perdidos u olvidados sabiéndolo) y que no se nombran y se obvian. No se trata de trasmitir estas acciones a la sociedad con los títulos que voy a poner, sino de saber diseñarlos con otros nombres, con otras acciones, con otras florituras. En realidad los marcos mentales son trampantojos sociales para ser digeridos con suavidad. Veamos algunos marcos simples.
Las privatizaciones son buenas, las nacionalizaciones malas
El poder sindical no puede ser excesivo, pues la empresa se hunde
Es peor la inflación que el desempleo
Es bueno el desempleo para regenerar el mercado laboral
El despido debe ser barato y fácil para crecer en productividad en el país
El despido fácil se compensa con las ayudas sociales
No es bueno regular en exceso la producción y el comercio
No es bueno un exceso de gasto social para todos por igual pues crea perezosos
Hay que gastar más en defensa y seguridad para que se nos respete
Los inversores solo vienen si les dejamos pagar menos impuestos
La izquierda solo sabe gastar el dinero de todos y sin control
Los conservadores somos los padres protectores y por eso a veces se nos odia
Hay que pagar menos impuestos, pues debe reducirse el tamaño del Estado