Si ayer hubiéramos traído a España a una persona desde otro país, sana, psicológicamente entera y limpia, a una persona normal en apariencia, con una cultura media pero entendiendo el castellano de la calle, y lo hubiéramos puesto delante del televisor a ver por la noche el programa de Telecinco “Sálvame de Luxe”, lo hubiéramos dejado herido. Seguro. O incluso mejor sería que pudiéramos traer a un español de los años 30 del siglo XX o del siglo XXI. Para volverlo más loco todavía. Espero que en 2030 esto no siga así.
La sensación de que si España es esto, es una puta mierda, va en aumento. No es un programa que yo vea, de hecho ayer lo pillé empezado tras una película sin anuncios. El esperpento, el circo del insulto me atrapó unos minutos. Viendo esto, es normal que haya catalanes, vascos o sorianos que no quieran ser españoles. Hoy que evitar que esto aumente.
Ser español y sentirse español tiene que ser otra cosa que invertir minutos de una noche importante, aunque sea en una televisión privada, a ver esta mierda. Sobre todo por lo que nos indica que la audiencias son esa sociedad borreguil que hace peligrar España y que está pillada por las trampas de la imbecilidad programada. El problema no es Telecinco, el problema somos los que vemos Telecinco. ¿Europa sabe esto?