Pedro Sánchez salió herido de muerte de aquella batalla contra su propio partido, que al final ganó claramente cuando sus bases le volvieron a colocar en el sitio que nunca debió abandonar por las presiones de los viejos barones. Tan herido salió…, que los estertores actuales, sus dudas y escapadas, sus desconcertantes silencios, afectan y mucho al propio partido y sus posibilidades de futuro.
No hay izquierda en España, algo curioso dados los errores de la clásica derecha de la Transición que goza ahora del poder en toda su extensión. Y si no hay izquierda, no hay recambio. De Podemos hablaré otro día, pues me aburre tanta equivocación de la izquierda.
Lo de menos son los sondeos al PSOE y Podemos, pues no son más que fotografías en movimiento. Lo de más el día a día, la falta de ideas, el cambiar incluso de dirección ideológica y aliados políticos según venga el viento de un lado o del otro.
Los votantes de izquierdas estamos tan liados, que no nos atrevemos a salir de casa para opinar. Estamos también callados y fuera de cobertura. Nunca España desde 1977 ha tenido un déficit democrático como este. Muchos de vosotrxs no sabéis de qué hablo por edad y no podéis comparar. Hubo en España otros años. Y aquí lo dejo. Tener la sensación de que estamos en la España que se rompe de 1980, es muy malo para los que pensábamos que habíamos logrado pasar esa pantalla.