Tras el inicio del hundimiento de las hipotecas subprime en el otoño del 2007, vino un año después el punto álgido de la crisis económica con las bancarrotas de bancos y agencias de seguros americanos, la pérdida brutal del valor de la Bolsa, el miedo y la retirada en masa del dinero de verdad de los bancos americanos y el colapso de la economía americana primero, mundial poco después.
Nada valía (vale) lo que aparentaba, pues todo se sujetaba sobre papeles. No había dinero real detrás de nada. Las hipotecas sin control se habían concedido para tapar otras hipotecas, con unos respaldos reales que eran claramente insuficientes. Cuando las empresas y particulares fueron a los bancos a retirar sus ahorros, no existían y hubo que inventarlo.
Ahora estamos en el año 2018 y deberíamos haber aprendido. Pero ayer la Bolsa de NY cayó un 4,6% y en algunos momentos lo hizo un 6,1%. ¿Y a mi qué? nos podríamos decir todos nosotros, los que ni tenemos acciones en Bolsa y menos en los EEUU.
Hoy todas las Bolsas del mundo están cayendo. Y nos podemos seguir diciendo lo mismo. —Eso no va conmigo.
¿Seguro?
Como no hay dinero suficiente para sujetar y garantizar todos los movimientos económicos que se producen cada día en el mundo, el poco que hay sube de valor, y pierde su valor el dinero de papel, y esto sí nos afecta a todos. Incluidos los que no tenemos ahorros.
Si la Bolsa baja un 6% por poner un ejemplo, todo pierde un 6% de valor pues todo está sujetado por ese papel y esos ceros impresos. Y como todo se sujeta entre ellos mismos, hay que generar un 6% de valor añadido para compensar. ¿Cómo? Pues una de las formas es subiendo los ingresos. Sea subiendo el valor del dinero REAL que hay, pues cada vez hay menos, o bien subiendo los impuestos de TODOS para compensar lo que se pierde.
¿Pero en realidad lo que se pierde a donde va? Nos habían dicho que el dinero se mueve, si alguien pierde es porque alguien gana.
Esto es cierto, excepto que puede pasar algo que efectivamente ya ha pasado.
Imagínate que quieres fardar ante los amigos y les dices que tu piso en la playa valor un millón de euros. Es mentira, pero como no van a ir a verlo, puede colar. Incluso que tienes un Goya en el WC aunque sea un impreso. Eres rico, pero de mentiras. Ha crecido tu valor, pero es mentira. Si tú, de golpe, pierdes el 10% de tu valor, en realidad no has trasmitido esa pérdida en forma de ganancias a nadie, pues sigues cotizando muy por encima de lo que realmente vales.
Incluso si quisieras vender ese Goya que decías que valían 100 millones por 5.000 euros lo normal es que nadie te lo quiera comprar, pues saben que es falso. Así que mientras lo tengas en tu WC puedes confundirnos y decirnos que tienes en tu contabilidad 100 millones. Pero si decides venderlo y al final logras que alguien te lo compre, has perdido 100 millones para lograr 5.000 euros de liquidez. Eres pues mucho más pobre. Incluso quien te ha comprado el Goya es también mucho más pobre, pues ha comprado por 5.000 algo que vale a lo sumo 2 euros.
Pues eso puede pasar en la Bolsa de NY, de Madrid o de Tokio. Y todo además sin ponernos analizar el bluff de los Bitcoin y similares, que es como lo de Filatélico, pero en plan muy moderno. Pues salir bien o puede salir muy mal. Depende de muchos dependes.