Yo tengo una tienda de textos, regalo entradas de blog, pero necesito clientes y eso es lo más importante de cualquier empresa. Sin clientes no existe servicio ni empresa.
Los que hemos montado empresas “de verdad” sabemos lo duro y complicado que es soportar esos primeros meses donde hay muchos espacios vacíos de clientes, de sentido, pero llenos de dudas y de temores. Solo sirve hacerlo bien, y muchas veces ni eso, pues depende de lo que vendes, de la competencia y del momento o lugar elegido.
Hoy montar la mejor revista o periódico en papel sería un fracaso. Incluso con los mejores periodistas y las redacciones más eficaces. El cliente está en “otra vida”, en otra fase, y ya no compra algo que aunque sea muy bueno, no le interesa.
¿Y porqué no le interesa? Pues esa es otra. No siempre se sabe. O si se supiera antes, no existirían los fracasos. Los días tienen 24 horas que vamos llenando “de cosas” y no hay espacio para más.
Hoy montar la mejor revista o periódico en papel sería un fracaso. Incluso con los mejores periodistas y las redacciones más eficaces. El cliente está en “otra vida”, en otra fase, y ya no compra algo que aunque sea muy bueno, no le interesa.
¿Y porqué no le interesa? Pues esa es otra. No siempre se sabe. O si se supiera antes, no existirían los fracasos. Los días tienen 24 horas que vamos llenando “de cosas” y no hay espacio para más.
Nos interesa mucho más el chiste del cuñado, el pene del whatsapp o el mono que se huele el culo y se desmaya, que el artículo de opinión de un periodista reconocido. Cambiar eso, hoy, nos parece misión imposible.