Es verdad que llevamos casi 80 años sin guerras mundiales y eso es un periodo tremendo en la historia humana. Sin guerras de tanques en occidente, claro, de las económicas hemos tenido varias. Y de las de tanques en países que no son como el nuestro, muchas más. Hemos logrado aprender a que se maten otros civiles, en vez de hacerlo nosotros en nuestras propias ciudades.
Lo principal de estos folletos se resumen en pocas líneas.
Mantén la calma.
Prepárate antes y no en el momento.
Ten un almacén con agua y alimentos, más un kit de “cosas” de todo tipo.
Aprende a diferenciar los distintos grados de peligrosidad.
Ayuda a los demás pero con precaución.
Estáte informado.
No salgas de casa durante como poco una semana.
Monta un sistema de autodefensa.
Nunca te pongas nervioso.
Organiza un encargado de grupo que sepa racionar consumibles y alimentos, y ser obedecido.
Lo curioso de estos folletos es que explican en qué punto la contaminación nuclear es importante y escondida en los síntomas enfermos, como para que sea imposible sobrevivir a una semana vista. Pero sobre todo para que no desperdiciemos alimentos y agua con estos muertos en suspenso, para que nos dure más a nosotros. Egoísmo de supervivencia. De tener música a mano no dicen nada.
Lo curioso de estos folletos es que explican en qué punto la contaminación nuclear es importante y escondida en los síntomas enfermos, como para que sea imposible sobrevivir a una semana vista. Pero sobre todo para que no desperdiciemos alimentos y agua con estos muertos en suspenso, para que nos dure más a nosotros. Egoísmo de supervivencia. De tener música a mano no dicen nada.