16.12.17

Luís María Xirinacs y sus lucha en la Transición

Luís María Xirinacs fue un político catalán, sacerdote escolapio y escritor, aunque en realidad fue un filósofo que se replanteó nuevas forma de organización social, que marcó en los primeros años de la Transición Política una lucha encarnizada contra los encarcelados políticos, hizo en plena dictadura hasta cinco huelgas de hambre y fue uno de los que lucharon por crear la Asamblea de Cataluña, pagando en dos ocasiones con la cárcel (1968 y 1973) sus planteamientos pacifistas en línea con las ideas de Gandhi de la No-Violencia.

Su esbelta y delgada figura era un ejemplo de tenacidad en aquellos años del final de la dictadura y principios de la democracia, comentando como ejemplo de su perseverancia el que estuvo todos los días durante doce horas de 21 meses en la puerta de la Cárcel Modelo de Barcelona, hasta que España aprobó en el año 1977 la Ley de Amnistía. Ya había muerto el dictador y él solicitaba la salida de la cárcel de los presos por condenas políticas.

Fue candidato al Premio Nobel de la Paz en los años 1975, 1976 y 1977, pero nunca se lo otorgaron. Senador independiente en el año 1977 con el mayor porcentaje de votos en toda España (solo en Barcelona obtuvo casi 550.000 votos sin ningún partido que le apoyara), intentó sin éxito meter enmiendas en la Constitución Españolapara que fuera más confederal el modelo territorial, y a partir de 1979 se presentó a sucesivas elecciones al Congreso y al Parlamento de Cataluña, pero ya sin ningún éxito.

Es un ejemplo de la realidad política, donde no es suficiente con ser un gran líder, una persona con planteamientos distintos a favor de causas justas, para que se te respete y se tenga en aprecio tus ideas. Debes pertenecer a un gran equipo político y a su grupo de dirección o estás perdido y nunca serás nada en política social.

Por declaraciones a favor de la independencia de Cataluña volvió a ser juzgado y condenado a dos años de cárcel a principio de los años 2000. Falleció a los 75 años en el año 2007 de forma (casi) natural en un bosque del Ripollés, al que acudió a morir por inanición en silencio y paz,  ya casi olvidado por su sociedad catalana, aunque luchando todavía en sus últimos años desde la cultura y la reflexión política por la independencia de Cataluña, tras haberse doctorado en Filosofía a los 65 años con matrícula de honor en todas las asignaturas.

Uno de sus últimos trabajos más importantes fue la creación de un modelo de convivencia política, economía y social, que recapituló en el libro: “Tercera vía. Sistema general a la medida del hombre de hoy”.

Como ejemplo de su pensamiento os dejo dos frases suyas

'La independencia no se pide; se toma'
'Los asuntos públicos son demasiado importantes para dejarlos sólo en manos de los políticos'.

Luis María Xirinacs nunca se tragó la que él denominaba “La estafa de la Transición”,y hablaba de ella como una operación mediática y propagandística para continuar en vigor el franquismo igualando a opresores y oprimidos, a criminales con víctimas, perdonando a todos los asesinos franquistas que, no obstante, fueron los que diseñaron la transición y dirigieron el régimen actual hasta convertirlo en una versión simple de la democracia que había en Europa en esos años.

Era una persona muy culta, nacido en una familia burguesa catalana y con una gran preparación que le convirtió en un díscolo familiar primero y en un ciudadano incómodo por su persistencia pacífica ante las autoridades de aquellos años. Defendió pacíficamente siempre la autodeterminación de los catalanes, abominó de la sopa que supuso el Estado de las Autonomías, mientras se daba cuenta que su paz  contemplativa sirve para muchas cosas, pero no para todas.

Os dejo el cartel electoral con el que logró su puesto al Senado en 1977.