Felipe González Márquez fue Presidente de los españoles durante trece años y medio. En realidad de los españoles lo debió ser un par de años, luego tan solo lo fue de España. Cuando en el año 2004 dejó de ser un político con cargos se convirtió en un político con influencias y poderes. Lo pusimos para transformar España y se transformó a sí mismo.
No es posible entender la Transición sin Felipe González. Se le otorga un papel esencial a Adolfo Suárez, pero el protagonista para bien o para mal fue de Felipe, quien lideró el cambio hasta convertirse en desencanto. Suárez hizo lo planeado, Felipe lo que nadie esperaba.
Incluso sedujo a Nicolás Redondo en Suresnes para que le dejara el puesto de Jefe, aun siendo el má apoyado por el conjunto de la militancia socialista. Pero el Clan de los Sevillanos era muy fuerte dada su juventud. Así que el tanden de Felipe más Alfonso, con la implacable ayuda de Andalucía modificó el socialismo español para convertirlo en andaluz. Lo curioso es que tampoco se transformó Andalucía, tal vez al quedar deslumbrado Felipe por el Madrid cultural y vivo que se llevaba a la bodeguilla.
Felipe nos enseñó qué es el pragmatismo en política, pero en su búsqueda se le calleron la S de socialismo y la O de obrero. Luego con los años se rodeó de yates y fortunas de otros, de joyas e influencias de artículos de prensa, y se fué diluyendo su historia.
En estos tiempos últimos cabe recordar el triste papel que hizo contra Pedro Sánchez con un artículo (o dos) que sus nietos con los años recordarán llenos de tristeza. Los jarrones chinos pueden estar vacíos, pero al menos deben estar en un rincón para no molestar mucho. Excepto que se les llame por todos para que digan qué quieren contener dentro. Para demostrar esto os dejo una de las resoluciones que se aprobaron en el Congreso de Suresnes donde salió Secretario General de aquel PSOE. No es fácil entender que alguien que hizo suyas estas líneas, luego se dedique a poner la zancadilla al actual Secretario General del PSOE.
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Resolución sobre Nacionalidades y Regiones
Ante la configuración del Estado español, integrado por diversas nacionalidades y regiones marcadamente diferenciadas, el PSOE manifiesta que:
1) La definitiva solución del problema de las nacionalidades que integran el Estado español parte indefectiblemente del pleno reconocimiento del derecho de autodeterminación de las mismas que comporta la facultad de que cada nacionalidad pueda determinar libremente las relaciones que va a mantener con el resto de los pueblos que integran el Estado español.
2) Al analizar el problema de las diversas nacionalidades el PSOE no lo hace desde una perspectiva interclasista del conjunto de la población de cada nacionalidad sino desde una formulación de estrategia de clase, que implica que el ejercicio específico del derecho de autodeterminación para el PSOE se enmarca dentro del contexto de la lucha de clases y del proceso histórico de la clase trabajadora en lucha por su completa emancipación.
3) El PSOE se pronuncia por la constitución de una República Federal de las nacionalidades que integran el Estado español por considerar que este estructura estatal permite el pleno reconocimiento de las peculiaridades de cada nacionalidad y su autogobierno a la vez que salvaguarda la unidad de la clase trabajadora de los diversos pueblos que integran el Estado español.
4) El PSOE reconoce igualmente la existencia de otras regiones diferenciadas que por sus especiales características podrán establecer órganos e instituciones adecuadas a sus peculiaridades.