Puede parecer un consejo tonto, pero os aseguro que no lo es. Cuando viajas a New York, hasta el JFK, el control de la policía es largo, lento, hay que esperar un tiempo que se te puede hacer eterno pues hay mucha gente y la sensación es de que además de engorroso es lento. De esto hablaremos en otro momento. Ahora vamos a referirnos a las maletas del avión.
Desde donde te deja el avión en el JFK hasta el control de la policía hay un buen rato andando por pasillos, y cuando llegas a la gran sale siempre hay otro buen montón de personas esperando a pasar los controles policiales. Hay muchas indicaciones y no es posible perderse. Ni colocarse en la fila que no nos corresponde.
Pero durante todo este tiempo de espera, las maletas ya han llegado al lugar de recogida, han salido por la cinta, y se han cansado de dar vueltas. Y además como hay muchos viajes, no pueden estar mucho minutos en la cinta, pues tras tu vuelo, enseguida van metiendo maletas de otro vuelo.
Así que los trabajadores del aeropuerto utilizan un sistema que hay que conocer. En cuanto han dado dos vueltas las maletas y nadie las ha recogido, es decir, casi siempre, ellos las van retirando a un montón que colocan al final de la cinta, pero fuera de ella.
Tú, tras pasar los controles, buscas el número de tu cinta con arreglo al vuelo del que has llegado y te encuentras la cinta funcionando con maletas que no son las de tu vuelo, o la observas parada o vacía.
Simplemente observa en la zona final de la cinta, pues es muy seguro que veas un buen montón de maletas agrupadas y perfectamente puestas, esperando a que los pasajeros vayamos a recogerlas.
¿Hay seguridad para que nadie se las lleve? Pues yo creo que sí, aunque allí no haya ninguna persona. Las cámaras graban todo y allí no pueden entrar más que personas que han viajado en algún avión. Es peor la sensación de que algo no te está funcionando bien o de que tanto tiempo en los controles te han liado. Tranquilidad, que todo está organizado.