Por suerte, como bien dice el genial dibujante Quino, la opinión pública no es capaz de darse cuenta que su propia opinión, la que él cree libre, es el resultado manipulado de los que la construyen para entretenernos, desde esa parte privada y poderosa de la sociedad…, que sí tiene opinión y sabe transformarla para su provecho.
¡Sniff!
Seguiremos dejándonos llevar, para no complicarnos la vida, que ya nos entregan a medio masticar.