Corea del Norte es un país cerrado a la información, se puede visitar con muchos controles, con permisos que pueden ser eternos, con controles una vez dentro, para ver solamente aquello que les interesa mostrar. Por eso cualquier información que se pueda dar, son datos que son complejos de contrastar.
Durante la Guerra de Corea a principios de los años 50, la ciudad fue casi totalmente destruida, por lo que hoy es una ciudad totalmente reconstruida, lo que nos muestra su particular forma de crear urbanismo actual, pues se reconstruyó a partir de 1960.
Tiene una de las mejores y más importantes universidades de Corea del Norte y el Teatro más grande del país, además de una infraestructura ferroviaria que la convierte en una ciudad clave para la economía de Corea del Norte, pues además de su industria química, dispone de grandes fábricas de comida procesada, de textiles, de maquinaria metalúrgica y de energía.
Pero si vemos su estructura urbana observaremos curiosidades complejas de entender con facilidad. Junto a enormes avenidas muy anchas donde casi no circulan coches —la gente emplea la bicicleta con normalidad y el traslado andando con más normalidad todavía—, vemos grandes barrios de casitas muy pequeñas que nada tienen que ver con los edificios grandes, que están puestos en lugares muy estratégicos para que desde la calle parezca una gran ciudad moderna.
En el centro de la ciudad se han construidos los edificios emblemáticos, para que sea imposible no verlos, al contrario de los barrios donde realmente viven los habitantes de Hamhung con normalidad, que permaneces más encerrados entre ese centro urbano que parece artificial, pues hay que recordar que toda la ciudad se construyó a la vez en los años 60 del siglo XX.
Su ubicación geográfica en un complicado entorno montañoso, le obliga a comprimirse, a no poder crecer todo lo fácilmente que debería, y a tener núcleos separados de su núcleo central. Vista la ciudad de Hamhung entre el río Songchon y las montañas, parecería una ciudad peligrosa para soportar riadas o temporales fuertes. Pero eso es una apreciación desde la inmensa lejanía.