¿Qué es la suerte? ¿Existe la suerte? Pues un cierto componente de casualidad, de ese concepto que llamamos suerte y que muchas veces no es así, debe existir. Pero mucho menos de lo que nos imaginamos. La suerte hay que ir a buscarla. Y si viene sola, nos debe pillar trabajando.
La suerte es —muchas veces— algo tan simple como saber aprovechar efectivamente —y sobre todo activamente— los propios recursos que ya tenemos, para lograr con ellos lo que nos proponemos.
Existen oportunidades, existen momentos en los que se unen casualidades para poderlas aprovechar. Saber detectarlas, atreverse con ellas, atraparlas y seguir trabajando desde las nuevas oportunidades, no es suerte.
Hay que estar siempre con los ojos bien abiertos, por si llega la “suerte” y así atraparla. Si existe, se reparte muy bien, pero no todos sabemos detectarla y cogerla con la mano.