Cada día el mundo crece en unas 230.000 personas, que no son las que nacen (unas 390.000) sino la diferencia entre las que nacen y las que se mueren. Esto supone que cada 4 días y poco el mundo tiene un millón más de personas. Un millón que curiosamente ninguno es aragonés, que necesita comer, emplear agua y energía, ocupar un espacio vital tanto él como lo que consume. Porque el mundo no crece, seguimos estando en el mismo espacio físico.
En el año 1970 éramos en el mundo la mitad de personas de las que somos hoy. En 45 años nos hemos duplicado. Si seguimos mirando hacia atrás, la anterior duplicación necesitó 60 años para producirse. Y la anterior unos 130 años. Y sobre unos 500 años la anterior. Exponencialmente es cruda la realidad.
Nadie se atreve a decir cuántos habitantes tendrá el planeta dentro de otros 45 años, y los cálculos nos hablan de unos diez a once mil millones, basándonos en el crecimiento actual. Hay que entender que cuanto más bienestar social hay en los países, menos tasa de fecundación y aparentemente se está frenando el crecimiento exponencial.
Yo tengo 61 años recién cumplidos. El día de mi nacimiento había en el planeta 2.796.082.786 personas. Hay relojes que te muestran casi todo, y por ello sabemos que hoy estamos en el mundo 7.499.552.232 personas. Crecimiento brutal que hace sonar las alarmas de la sostenibilidad. Si a estos números le añadimos que el consumo diario de energía, de agua, de alimentos, de naturaleza muerta, es inmensamente superior por persona que en el año 1956, vemos más todavía que es imposible un crecimiento con esta magnitud.
Algunos teóricos hablan claramente de la solución fácil de poner controles de natalidad, libres y fáciles, a costa de más sistemas de planificación y de más calidad de vida y libertad para las mujeres y las familias. El otro mecanismo de control de la población es terriblemente más sangriento. ¿O acaso creemos que el mundo es infinito y que estos datos son falsos?
Vamos a ver un ejemplo sencillo de entender. Pakistán. Tiene una superficie que es 1,5 veces la de España, o unas 16 veces la de Aragón. Pero en cambio tiene 4,2 veces la población de España, y 151 veces la población de Aragón. Ni España crece, ni Aragón crece. Pakistán crece poco, pero aun así supera el millón de más habitantes cada año entre los 1,7 millones que nacen y los 0,43 millones que mueren.