Entre los sueños perversos de un hombre de la Edad Media podría estar el de mearse encima. Si los mecanismos metálicos para bajarse o abrirse la bragueta fallaban, era inevitable oxidar toda la armadura de orines malolientes, algo que tampoco en aquella época tendría mucho problema.
Mearse fuera o mearse dentro. ¿Qué era peor para aquella higiene?