El urbanismo amable, del que a veces hacemos gala en este blog, se encuentra muchas veces con la destrucción, con las guerras, con las barbaries de imbéciles. Destruimos ciudades, destruimos en realidad a personas, a sus memorias, sus culturas. Dentro de cada vivienda, de cada calle, de cada tienda, hay una historia, unos recuerdos, unos modos. Todo lo destruimos con bombas de forma aleatoria. Por hacer daño, por intentar hacer mucho daño.
Estas dos imágenes unidas y tomadas por satélite de la ciudad siria de Alepo, son una del 21 de noviembre de 2010 (izquierda) y la otra del 22 de octubre de 2014 (derecha). En las imágenes se muestra la desaparición de monumentos históricos, como el Hotel Carlton (arriba a la izquierda) donde ahora solo se aprecian cráteres.
Son imágenes de El País, pero en realidad es la realidad de toda la humanidad. Es la vergüenza. ¿Qué hemos perdido todos en la guerra de Siria?