Todos tenemos necesidades humanas, incluso algunas no son humanas pero disimulamos para engañar.
Y lo mejor es cubrir esas necesidades con la naturalidad de cada momento.
Lo básico es lo que somos capaces de hacerlo de forma natural, aunque pongamos caras raras.
Incluso es muy natural sonreír sobre nosotros mismos.
Somos muy importantes, pero no tanto como para preocuparnos en exceso.