Que se ha descubierto la importancia de los sondeos para incidir en los indecisos —que al final son los que hacen cambiar gobiernos— no hay duda. Los sondeos sirven más que las campañas para hacer cambiar el sentido del voto. Y tanto es así, que ahora ya los sondeos pueden ser totalmente distintos, según quien los haga. La psicología social nos indica claramente que además de que nadie quiere votar al perdedor, todos quieren o queremos que el voto sirva para mucho más que para un simple voto.
Hoy por poner un ejemplo, al PSOE le dan en un sondeo un 23,1% y segundo partido, mientras que en otro medio le dan un 17% y cuarta posición. Queda claro que es imposible que ambos sean sondeos profesionales, pues la diferencia es tremenda. Se respira dentro de estos datos un deseo de influir. Las diferencias con Ciudadanos son parecidas entre el 23,2% y el 18,8% pero justamente al revés en la asignación a partidos según sondeo.
Cuando algunos medios de comunicación juegan a manipular, podemos pensar que lo hacen sabiendo o sin saber. Ambas posibilidades son basura. Si no son profesionales y publican datos equivocados, pues mal. Y si lo hacen sabiendo que son irreales, peor.