Igual no te lo había dicho nadie antes, pero la clave de la felicidad está en compartir, en saber distribuir las dichas positivas, en regalar sonrisas o dudas.
Sigue siendo la forma más económica y eficaz de crecer, de aprender y de ser más, de sentirse incluso más feliz.
Compartir es regalar. Sea tiempo, caricias, sabidurías, palabra, alimentación, hogar, sonrisas, oídos, penas.
¿Qué has compartido hoy? Sí, tú.
No, no me lo digas, díselo a “esa” otra persona.