¿Cómo será la formación y educación necesaria en las próximas décadas?
Sin duda, además de tenernos que responder cada uno de nosotros —pues las circunstancias son diferentes según edad, formación o incluso zona de asentamiento— es verdad que debemos estar preparados para los cambios, pues estos ya están entrando de muy diversa manera. No es solo la tan asustadiza IA, son muchos más elementos de cambios.
Dependemos sobre todo de nosotros, y de nuestra decisión de adaptarnos y aprender. Mucho más que de nuestra capacidad ya adquirida con anterioridad.
Nada nos va a venir hecho, y si no somos capaces de prepararnos para el futuro laboral, sin duda lo harán nuestros compañeros de trabajo y nos superarán.
Tanto empleados como directivos debemos olvidarnos de mostrarnos reacios a adoptar nuevas herramientas y métodos de aprendizaje.
La falta de familiaridad con las tecnologías, o la preferencia por los métodos tradicionales o las dudas a la preocupación por el impacto en nuestro trabajo, hay que orillarlo. Los cambios han venido para quedarse, y por ello nuestra capacidad de aprendizaje debe ser constante.
A veces será una formación reglada, pero muchas otras veces no será posible pues hay centenares de opciones y de posibles aprendizajes. Tenemos que crecer en formación propia buscando información, investigando campos laterales de nuestros oficios, para aprender de forma más especializada sobre lo que ya sabemos.