Puerta del Parlamento de Cataluña |
Mañana es el lunes, el día en que España va a cambiar. ¿De verdad creeis que no? Mañana España y Cataluña se juegan sus formas y sus fondos en una jornada frenética que nadie sabe bien cómo terminará, aunque todos intuimos que no será el mismo lunes sino a lo largo de toda la semana. Mañana el Parlamento de Cataluña iniciaré el desenganche con un incierto resultado, sabiendo que desde Madrid está un Mariano que ahora se ha dado cuenta del gran error —que muchos avisamos por escrito— de no celebrar las Elecciones Generales a la vez y junto a las de Cataluña, lo que hubiera simplifica y mucho el tipo de respuestas y por ello el tipo de soluciones.
Sin duda sabemos el resultado, la meta. Lo que no sabemos es el camino que lleva a él, el camino intermedio, los recovecos y los tropezones, las curvas pronunciadas del camino o los socavones. Pero sin duda España saldrá unida de esta situación o no saldrá España sino otra cosa. No hay término medio. Repito. O sale España igual de unida, toda una, o se desintegra por completo en pocos años. No existe posibilidad intermedia y lo sabemos todos, los que son acérrimos defensores de esa España una y trina y los que creemos en las libertades de los pueblos para elegir su futuro y con ello su relación con sus vecinos. Para los que no me leen, yo estoy a favor de la ”unión” siendo nacionalista, en la misma medida en que estoy a favor del derecho a decidir. A favor del matrimonio y a favor del divorcio.
Sí hay algunos brochazos claros y urgentes. Para el mismo lunes. Tras la declaración del inicio de la independencia en una votación secreta para no poder ir contra los Diputados, posiblemente solemne, el inicio del recurso hacia el Tribunal Constitucional y el mismo lunes y de super urgencia la anulación de dicho texto. La respuesta de NO acatamiento por parte del Parlamento será rápida (yo no respondería, en ese juego de ajedrez de libro) y la llamada al orden hacia Forcadell más urgente todavía. Habrá un cambio urgente del mando máximo de los Mossos d’Esquadra y desde Madrid la aclaración lógica de que todas las gestiones que se hagan desde el Parlamento de Cataluña no tienen validez al no disponer de Presidente aceptado, excepto que se elija otra persona de forma rápida, lo que supone de entrada que SI se acepta el poder del Tribunal Constitucional a poder cesar a la actual Presidenta del Parlamento. Mientras tanto se intentará elegir a un Presidente del Gobierno de Cataluña, también de forma urgente. Lo curioso es que el Senado en caso de recibir la orden desde el Gobierno no tiene fácil tomar decisiones desde la Diputación Permanente pues habría serias dudas de su constitucionalidad si antes no se declara el Estado de Alarma al menos. ¿Y mientras tanto qué hacen los ciudadanos de Cataluña? Pues lo que deberían hacer es quedarse quietos ante esta pelea legal. En caso de entrar en conflictos violentos, que sin duda serán magnificados, se podría abrir la línea de acusar de Sedición.
El otro camino más inteligente dado el error de Mariano de celebrar Generales en diciembre, es lentificar todo el proceso. Actual al revés. Con la calma del proceso legal, con la petición silenciosa de la contundencia pero lenta, con saber jugar con los tiempos para que todo lo que se decida sea después de enero 2016. Pero el PP sabe que una falta de contundencia ante este desafío supone una pérdida de votos frente a un Ciudadanos que aprovechará todo el proceso para mostrar que ellos tienen otros sistemas de gestión.